A Dios lo de Dios

Mt 22, 15-21

Imagen de Thomas K en Pexels.

0. TEXTO

Después de esto, los fariseos se pusieron de acuerdo para sorprender a Jesús en alguna palabra y acusarle. Así que enviaron a algunos de los partidarios de ellos, junto con otros del partido de Herodes, a decirle:

– Maestro, sabemos que tú siempre dices la verdad, que enseñas de veras a vivir como Dios manda y que no te dejas llevar por lo que dice la gente, porque no juzgas a los hombres por su apariencia. Danos, pues, tu opinión: ¿estamos nosotros obligados a pagar impuestos al césar, o no?

Jesús, dándose cuenta de la mala intención que llevaban, les dijo:

– Hipócritas, ¿por qué me tendéis trampas? Enseñadme la moneda con que se paga el impuesto.

Le trajeron un denario, y Jesús les preguntó:

– ¿De quién es esta imagen y el nombre aquí escrito?

Le contestaron:

–Del césar.

Jesús les dijo entonces:

– Pues dad al césar lo que es del césar, y a Dios lo que es de Dios.
 

1. SITUACIÓN explicación breve del texto

De nuevo en la explanada del Templo. Llegan por una parte los fariseos, nacionalistas judíos y por otra los herodianos, nacionalistas romanos. Pregunta: ¿es lícito pagar el impuesto al Cesar, sí o no, pagamos o no pagamos? No hay mucha escapatoria, si dice que no: están los herodianos para ir con el chisme a Herodes. Si dice que sí, es un vendido al poder extranjero. Y queda lejos del pueblo que le escucha. De todos modos, parece que tanto unos como otros pagaban impuestos, unos por no tener problemas con Roma y otros porque mantenían buenas relaciones con el Imperio (JL Sicre).

Respuesta de Jesús: “dadme una moneda”, sabe que ellos sí tienen esas monedas. ¿de quién es esta efigie?” le responden: del César. “Por lo tanto dadle al César lo que es suyo”. Jesús parte de un dato de realidad admitido por todos: el rey ó el César tiene poder allí hasta donde se utiliza su moneda, en este caso el denario con la efigie del Cesar, porque es quien emite la moneda. Por eso, es su propietario. Por tanto Jesús parece decir, esto a vuestra consideración, porque aunque es importante, no es lo primero.

Lo realmente importante es: “Y a Dios lo de Dios”, a Jesús le interesan cosas más importantes que la licitud de pagar o no pagar. Le interesan las cosas de Dios ¿Qué es lo de Dios? Las cosas que influyen fuertemente en la vida diaria de las personas, es decir, la compresión del Reino de Dios como una boda y su práctica, es decir el Pueblo donde se hace sitio para todos, para las personas de su pueblo que quedaban tiradas en la cuneta, y para el huérfano y la viuda (prototipo de  pobres de solemnidad). Jesús parece que está más por lo que llamamos evangelizar la cultura, las raíces de la cultura, las actitudes y modos de vida, los valores y aquello en lo que una sociedad se enraíza. Eso es lo verdaderamente importante, si es Absoluto de una sociedad es el Amor compasivo y servicial.

2. HACEMOS SILENCIO

Podéis tener a mano los pasos del cómo hacer silencio copiados en una hojita juntamente con el texto del evangelio a contemplar hoy. (Si necesitas los pasos para hacer silencio detallados entra en: oración contemplativa).

3. ME HAGO PRESENTE: VER, OÍR, GUSTAR…

NOTA: Que los puntos suspensivos… sean el lugar donde pararse y contemplar (gustar y sentir).

Me sitúo en la escena, como si presente me hallase. Junto a Jesús que está en el lugar donde se enseña en el Templo… y rodeados de gente. De repente, se acerca un grupito pequeño con una pregunta preparada por otras personas de responsabilidad (fariseos, saduceos) que no dan la cara: “sabemos que tú siempre dices la verdad, que enseñas de veras a vivir como Dios manda y que no te dejas llevar por lo que dice la gente… Danos, pues, tu opinión: ¿estamos nosotros obligados a pagar impuestos al césar, o no?”… Es una pregunta endiablada, se tiene que mojar… es un tema debatido que divide fuertemente al pueblo… me quedo asustado, esperando a ver qué va a suceder con Jesús…

Permanezco con Jesús, y los Doce… y le escucho: “hipócritas, por qué me tentáis?”… porque es una pregunta en la que los diversos grupos no se ponían de acuerdo. Y su respuesta podría producir más división … Porque por ej los celotes decían que la dominación extranjera era incompatible con el Reinado de Dios sobre Israel. Por lo tanto, obligaban a la población a no pagar impuestos. Y en el grupo de Jesús, Simón era celote… Pido la capacidad de aguantar situaciones tensas, que producen miedo…  y de permanecer y no huir. Jesús te pido capacidad de estar presente en esas situaciones…

Me doy cuenta de que además están los partidarios de los fariseos (nacionalistas judíos) y de los herodianos (nacionalistas romanos)… Y le escucho a Jesús: “al César lo del César”, porque el que emitía la moneda, era su propietario… hay un silencio que se hace eterno y le vuelvo a escuchar: “a Dios lo de Dios “… y descubro que muchas veces la ideología que nos divide (unos del imperialismo romano, otros de nacionalismo judío), nos priva de realizar lo que está en nuestras manos: “dar de comer al hambriento, posada al peregrino, vestir al desnudo… practicar aquello de misericordia quiero que no sacrificios”… Y me tomo mi tiempo para asimilar esta novedad…

4. JESÚS Y YO

Jesús me mira también a mí queriendo estar personalmente conmigo… Le cuento “esas situaciones en que me ponen entre la espada y la pared y que me cuestan… le pido aprender a estar, a no huir de los conflictos… le pido aprender el arte de saber estar en los momentos en que nos buscan hacernos decir lo que nos descalifique… y pido confianza… Dios nos inspirará…

Aprendo de los modos de hacer de Jesús… veo que a Jesús le piden una respuesta, pero a su vez él también les pide algo, una moneda que ellos sí utilizan… además, se toma su tiempo… ” ¿De quién es esta imagen? Le contestaron: Del césar. Pues dad al césar lo que es del césar, y a Dios lo que es de Dios”… al Cesar su moneda… Pero a Dios, Abba, conectados con Él, la misericordia con sus hijos,… escucho y aprendo… pido lucidez espiritual para poder situarme así en los conflictos…

Aprovecho este estar con Jesús para pedirle… “quiero sentir a todo ser humano con la misma dignidad, deseo hacer apuestas de igualdad, por ejemplo renta básica universal, sueldos semejantes en función de la responsabilidad y equilibrados”… Además, en relación con los impuestos le comento: “qué buena sería una armonización fiscal en un espacio amplio, Europa por ejemplo, para ir ganando en igualdad… y un consenso con por la desaparición de los paraísos fiscales refugio de los corruptos”… Me escucha y me comenta…”vive con verdad y lucidez para descubrir los engaños que os ponen a quienes buscáis la fraternidad”… Y me tomo mi tiempo… y se lo pido…

5. Terminamos la oración con un COLOQUIO con Jesús

Lo hago recogiendo lo vivido en la oración… Le cuento lo que más me ha llegado…, lo que parecía que iba para mí… aquello con lo que más me he identificado… un texto, una palabra, una imagen… Y le pido algo… o le doy gracias… con un gesto de reverencia, juntar las manos, de agradecimiento, abriendo mis manos o de reconocimiento: señal de la cruz… y voy de nuevo volviendo a este lugar … suelto las pies, abro mis manos… abro los ojos…

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